BIOGRAFIA Y BIBLIOGRAFIA

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ESTUDIOS SOBRE LA OBRA DE ARRABAL


CURRICULUM VITAE DI FERNANDO ARRABAL

 
Fernando Arrabal, Casa de Campo, Madrid, 1964

Fernando Arrabal nació en Melilla en agosto de 1932. Aprendió a leer y a escribir en Ciudad Rodrigo (premio nacional de "superdotado" a los diez años) y realizó sus estudios universitarios en Madrid . A pesar de ser una de las personalidades más controvertidas de su tiempo ha recibido el pleno aplauso internacional por su obra narrativa (once novelas: Baal Babilonia, La torre herida por el rayo, La hija de King Kong etc.), poética (un centenar de libros ilustrados por Amat, Dalí, Magritte, Miotte, Saura, etc.), dramática (un centenar de obras de teatro publicadas en diez y nueve volúmenes: La noche también es un sol, Jóvenes bárbaros de hoy, Las delicias de la carne etc.) y cinematográfica (seis largometrajes : Viva la muerte, ¡Adiós Babilonia!, Iré como un caballo loco etc. ).

Fernando Arrabal sufrió a los pocos años por la misteriosa despararición de su padre condenado a muerte, y después fugado. A causa de este traumatismo como escribió le premio Nobel Vicente Aleixandre, "el conocimiento que aporta Arrabal está teñido de una luz moral que está en la materia misma de su arte".

Ha dirigido siete largometrajes. Ha publicado doce novelas, dos centenares de libros de poesía (ilustrados por Dalí, Magritte, Amat, Picasso, Saura...), varios ensayos y su famosa Carta al General Franco en vida del dictador. Su teatro completo, en dos volúmenes de más de dos mil páginas, acaba de aparecer, en la Colección Clásicos Castellanos de Espasa.

Fue premio nacional de "superdotados" a los diez años y Nadal de novela cuarenta años después. A pesar de ser una de los escritores más controvertidos de su tiempo, ha recibido el aplauso internacional por su obra (Gran Premio de Teatro de la Academia Francesa, el Nabokov de novela, el Espasa de ensayo, el World's Theater etc.). Con Jodorowsky y Topor fundó en 1963 el "movimiento pánico".

Acaba de publicar dos novelas: en Madrid Ceremonia por un teniente abandonado y en París Le funambule de Dieu.

 

En 2000 la madre de Fernando Arrabal muere.

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Luce Moreau ha escrito:

"Quiero agradecer a Arrabal el haberme permitido vivir ¡desde hace tanto tiempo! lejos de toda mediocridad. En efecto , la originalidad de su pensamiento y de su obra, tan fecunda y tan diversa, es obvia. Pero quisiera insistir en la originalidad de su conducta. Doy las gracias a Fernando, (cuyo nombre significa hombre libre), por no haber solicitado nunca los favores de los poderosos, y muy especialmente por permanecer siempre en guardia frente a ellos. Para denunciar toda clase de abusos no actuó , como diría Montaigne, "arriesgando tan sólo una nalga" ; en cuanto a los dictadores siempre les recordó , y cuando más peligroso era hacerlo ,que por muy altos que estuvieran instalados, sólo estaban sentados "sobre sus culos" . Gracias sobre todo por no haber soñado en detrimento de los demás con pretendidos porvenires radiantes, y por no parapetarse tras sus posiciones morales públicas para permitirse toda licencia en su vida privada . Si "nuestra mayor y gloriosa obra maestra es la de vivir como conviene", si es "portarse como un hombre de bien como y cuando se debe", Fernando Arrabal lo ha conseguido plenamente.

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"El universo de Arrabal es un mundo fantástico y loco que este mundo se transforma en relato de una forma que a nada se parece ... Así consta una vez mas: Arrabal no se asemeja a nadie y el grado de su desemejanza alcanza el límite de lo concebible .

Sólo se asemeja a sí mismo ..." . Corona para Arrabal ,

Milan KUNDERA

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"Fernando Arrabal posee el incalculable tesoro de tener voz propia".

Camilo José CELA

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"El conocimiento que aporta Arrabal está teñido de una luz moral que está en la materia misma de su arte"

Vicente ALEIXANDRE

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"¿Cómo se llama la estrella bajo la que usted camina, Arrabal?... Su estrella lleva el nombre de Cervantes ...Con la luminosa claridad de la sinrazón , expresa usted la misma revelación". Homenaje a Arrabal.

Milan KUNDERA

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"Alabo el excepcional valor humano y artístico de Fernando Arrabal"

Carta al tribunal español que juzgó a Arrabal en 1966

Samuel BECKETT

 

  • CARTA DE S. BECKETT A LA JUSTICIA MADRILEÑA
  • Por qué me gusta Arrabal (Eugène IONESCO)
  • Un hombre que juega (Milan KUNDERA)
  • Si no existiese Arrabal... habría que inventarlo (Juan GOYTISOLO)
  • La hermosa consecuencia (Camilo José CELA)

 

 

CARTA DE S. BECKETT A LA JUSTICIA MADRILEÑA AGOSTO DE 1967

Ante la imposibilidad en que me encuentro de poder testimoniar en el proceso de Fernando Arrabal, escribo esta carta esperando que llegue a conocimiento de la Corte y haga que ésta sirva para dar a conocer el excepcional valor humano y artístico de aquel a quien se va a juzgar.

Van a juzgar a un escritor español que, en el breve espacio de diez años, se ha elevado al primer rango de los dramaturgos de hoy, y esto gracias a la fuerza de un talento profundamente español. En todos los sitios donde se representan sus obres, y esto ocurre en todos lados, España está allí.

Es, gracias a este pasado tan admirable, que invito a la Corte a reflexionar, antes de que emitan un juicio. Y además hay otra cuestión . Arrabal es joven, es frágil, tanto en su especto físico como psíquico. Tendrá que sufrir mucho aún para volver a darnos la obre que tiene todavía que ofrecernos.

Infligirle la pena demandada por la acusación no es solamente castigar a un hombre, sino poner en peligro toda una obra que aún está por nacer.

Hace falta que ésta sea vista no sólo a la luz del gran mérito de ayer y de la gran promesa del mañana, sino también por el perdón, sólo así se devolverá a Fernando Arrabal la pena que le es propia.

Samuel BECKETT (Traducción de J.A.J.)

CARTA DE BECKETT A LOS JUECES DE ESPANA EN DEFENSA DE ARRABAL, EN EL ANO 67

(texto repasado en el libro: GLIBOTA Ante, Arrabal Espace, París P.A.C., 1993)

 

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Por qué me gusta Arrabal

"Siento un gran afecto por Arrabal, y si hubiera sido

preciso firmar otras cartas no habría dudado. Espero

poder decir alguna vez por qué me gusta Arrabal, por qué

me encanta su estilo, por qué amo su espíritu barroco, por qué

amo su cultura tan extensa, su barroquismo y su persona misma."

Eran los años de la dictadura del General Franco. Arrabal tuvo la ocurrencia de ir a España, su país de origen, y así lo hizo. Firmó dedicatorias en sus libros. Una de ellas fue injuriosa para con el General Franco, o juzgada como tal. No se sabe quién presentó el libro de Arrabal al General Franco. Lo cierto es que éste le mandó encarcelar. Fue desde la cárcel, creo, desde donde Arrabal me escribió. A mi esposa se le ocurrió preparar una petición firmada por escritores importantes con miras a la liberación de Arrabal.

Como es lógico, desechamos la idea de presentar ese documento a Sartre o a otros escritores de izquierda. Entonces, mi esposa recurrió a Anouilh, a François Mauriac (porque era católico) y a algunos otros. Solicitamos incluso la colaboración de Gabriel Marcel, el cual hizo la precisión verbal siguiente : firmo porque Arrabal está en la cárcel, pero como no me gusta su teatro "firmaré tan sólo con una mano". Con una mano o con dos, Gabriel Marcel firmó. Los demás lo habían hecho gustosos. Enviamos la carta a España. Y fue gracias a esta carta, firmada por hombres considerados de derecha, como Arrabal pudo ser puesto en libertad.

Aparte de esto, tiento un gran afecto por Arrabal, y si hubiera sido preciso firmar otras cartas a izquierda, a derecha o en el centro, etcétera... no habría dudado en firmarlas de nuevo. Pero, por fortuna, el caso no se presentaría de nuevo.

Espero poder decir alguna vez por qué me gusta Arrabal, por qué me encanta su estilo, por qué amo su espíritu barroco, por qué amo su cultura tan extensa, su barroquismo y su persona misma.

Eugène IONESCO

 

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Un hombre que juega

"ARRABAL no es un contestario, un predicador militante de la moral; es un hombre

que juega. El arte, tal y como él lo concibe, es un juego, y el mundo en cuanto él lo

toca se torna juego. Pero este siglo es un terreno prohibido para los juegos,

una trampa puesta a los jugadores."

HEMOS visto jugadores para quienes nada resulta serio. Y hemos visto hombres que desafían a los tribunales y la cárcel. Pero rara vez hemos visto jugadores que no se tomen nada en serio y que desafíen a los tribunales y la cárcel. Incluso si desafía a Franco y a Castro, Arrabal no es un contestatario, un predicador militante de la moral : es un hombre que juega. El arte, tal y como él lo concibe, es un juego, y el mundo en cuanto él lo toca se torna juego. Pero este siglo es un terreno prohibido para los juegos, una trampa puesta a los jugadores. "Y pusieron esposas a las flores", esta obra inspirada en las cárceles franquistas, la leí en Praga en una época en que otras cárceles eran nuestras pesadillas cotidianas. Entonces me decía : un día se olvidará el horror, pero esta obra de Arrabal, esta sucia maravilla, orquídea de imaginaciones depravadas, esta magnífica flor fétida del mal, esta obra subsistirá. Me equivoqué, desde luego. No es esta obra, homenaje sofocante a Sade, lo que subsistirá, sino las imágenes de Epinal de la nueva reescritura de la historia, las cuales, desde hoy, imponen su visión didáctica de los decenios pasados, ya que, del vientre de este siglo, serio y necio, tan sólo nacerá una seriedad aún más seria, una necedad aún más necia. "El mundo se ha convertido en algo mortalmente, absurdamente serio", dijo Gombrowicz a sus críticos y ellos lo aplaudieron convirtiéndolo ipso facto en escritor serio para morirse.

¿ Como se llama la estrella bajo la que usted camina, oh Arrabal ? ¿Marx, AntiMarx, Saharov, Mandela, Bush ? Nada le es a usted más indiferente que esta honorable mafia de la Historia. Su estrella lleva el nombre de Cervantes. Cuando lo confesó usted un día levantando solemnemente la mano hacia el firmamento, el público que le rodeaba (¿ público de los Marx o de los AntiMarx ? no importa), creyendo oír una encantadora incongruencia, rompió a reir. (Usted lo sabe bien : tan sólo se logra hacer reir en los momentos en que se es más serio.) Con la luminosa claridad de la sinrazón, expresó usted la misma revelación en "La hija de King Kong", el último de los libros suyos que hasta el momento he leído. Es una novelajuego, y cada uno de los juegos, fútbol, rugby, ajedrez, es una prisión de reglas hermosa como la forma exquisitamente ejecutada. Contrariamente al jugador de ajedrez, el artista se inventa reglas para sí mismo, siendo al mismo tiempo el arquitecto de la prisión y el prisionero. "La hija de King Kong", cincuenta capítulos, de los cuales cada uno (nunca más extenso de tres páginas) contiene : 1. Un fragmento de la historia de la protagonista; 2. su evocación de Cervantes (sin exceder nunca de un párrafo); 3. uno o dos proverbios (a la manera de los de Sancho) y 4. una frase sibilina al final. Los juegos son peligrosos : hay prosas, mecanismos de escritura tan "sofisticadamente", tan gravemente, tan sabiamente lúdicos que uno se muere con ellos asfixiado de hastío. ¿Cómo logró usted, oh Arrabal, con unas reglas tan monacalmente severas, tan regularmente aplicadas, parecer tan impúdicamente gracioso ? ¿Cómo se las arregló usted para que un personaje irreal e imposible, caído de la ruleta de las reglas y de los cálculos, me emocionara hasta el punto de leer sus aventuras tan absolutamente absurdas sin poder detenerme, de una sentada ? La educan en un internado religioso, se hace prostituta, logra degollar a sus dos chulos, huye de América : el viejo patrón de la banda la persigue, quiere asesinarla y acaba seducido : no por su cuerpo, ni por su alma, sino por su amor a Cervantes, en quien ella piensa constantemente durante todas sus aventuras. Es Cervantes, y sólo él, el dios de la novela. En el último capitulo, el patrónasesino aparece encaramado en un asno mientras que la prostituta cervantófila lleva por montura un caballo, y se alejan, uno junto a la otra, bajo el entramado de estrellas por las praderas de América. ¡Oh Cervantes, padre nuestro, bendito sea tu nombre, quédate con nosotros, pues nos hemos quedado solos y tan sólo te tenemos a ti en esta tierra. esta tierra mortalmente seria y que no nos ama.

Milan KUNDERA

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Si no existiese Arrabal... habría que inventarlo

"ARRABAL pertenece a esta magnífica estirpe de creadores jóvenes "qui n'ont ríen vu". Su lozanía e inconformismo permanecen intactos. En un panorama literarío tan triste y adocenado como el de la literatura española contemporánea, su frescura, capacidad innovadora y ejemplaridad son únicas. Si no existiese Arrabal, ¡habría que inventarlo!"

Una anécdota atribuida a Erik Satie nos dice que sus amigos, incómodos con el inconformismo e independencia espiritual de que hacía gala, solían Advertirle : "Ah, vous verrez, vous verrez quand vous aurez soixante ans", y que, al llegar a esta edad, el autor de "Parade" y de "Poémes en forme de poire", había respondido : "Eh, bien, j'ai plus de 60 ans et j'ai rien vu". Arrabal pertenece a esta magnífica estirpe de creadores jóvenes "qui n'ont rien vu". Su lozanía e inconformismo permanecen intactos.

En un panorama literario tan triste y adocenado como el de la literatura española contemporánea, su frescura, capacidad innovadora y ejemplaridad son únicas.

Si no existiese Arrabal, ¡habría que inventarlo!

Juan GOYTISOLO

 

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La hermosa consecuencia

Fernando Arrabal posee el incalculable tesoro de tener voz propia, que es la condición indispensable para poder hacerse un sitio en ese confusolimbo de los injustos que se llama el Parnaso. Fernando Arrabal es el adivinador cronista de su tiempo, de nuestro tiempo, y lo da a la historia, con ilimitada sabiduría, el último toque de alabada gracia que sirve a la literatura de remate espiritu al y artístico, también de misterioso colofón.

Siempre pensé que el alma carece de plataforma porque tampoco la necesita : el alma no tiene materia porque la excede y sobrepasa. Ahora pienso que el ojo, mágico y deformador del escritor en estado de gracia punto menos que diabólica, es el tuétano de la argamasa del espíritu y aire que produce la obra literaria, ese arte que se puede tocar con las manos del alma, gustar con los ojos del corazón y paladear con el fino oído de la sensibilidad, esa esquina durísima y a la vez tiema contra la que saca chispas el ala del ángel de la guarda.

La obra de Femando Arrabal está por encima y a un lado de la anécdota y de la representación y más allá de las tendencias y aun de los caprichos. En literatura, el acierto estriba en la meta intuida o presentida, no en el premio sino en su hermosa consecuencia, y más en lo que se baila que en lo que se busca. Nadie sabe si la órbita de las estrellas ha sido creada por Dios, como el hombre o la flor o el pájaro, o es la misma mano de Dios hecha carne o nube o suspiro.

Camilo José CELA

de la Real Academia Española